viernes, 22 de agosto de 2008

Fidel Ulloa Olivares


Reproducción a partir de una antigua fotografía donde estaba retratado Fidel Ulloa Olivares.
La foto en cuestión se encuentra extraviada. Alguien de la familia debe tenerla, es algo que vamos a pesquisar, y tratar de obtener una copia, por que sería muy interesante poder contar con una fotografía tan antigua, probablemente de finales del siglo XIX.



Fidel Ulloa Olivares, nace aproximadamente en 1860 (fecha es estimativa calculada a partir de la fecha de nacimiento de sus hijos), sus padres fueron Pedro Ulloa Fuentes y Mariana Olivares Matamala. Datos respecto al lugar y fecha de su nacimiento son desconocidos, tuvo un hermano llamado Abdón Ulloa Olivares., del cual hasta el momento se ha perdido rastro.

Por relatos familiares sabemos que no era residente de la zona y llega a trabajar a los terrenos de Don Bernardo Rocha. Que en ese entonces era uno de los propietarios de las tierras aledañas a Copiulemu, lugar que posteriormente se fue conociendo como Quebrada de Ulloa.

Fidel Ulloa Olivares, se casa con Emilia Rocha Hidalgo, una de las hijas de Bernardo Rocha, su patrón y propietario de las tierras que actualmente ocupan varias familias desendientes.

Se establecen en las tierras de la familia Rocha, que su esposa hereda de su padre, donde construyen su casa en adobes. Tienen 4 hijos, 2 de los cuales fallecen a temprana edad, sobreviviendo los siguientes.
Jovino del Carmen Ulloa Rocha.
Lucía del Carmen Ulloa Rocha.

Fallece en su casa familiar a los 70 años aproximadamente entre 1930 (fecha estimada a partir de relatos un poco imprecisos), producto tal vez de una depresión, por el fallecimiento de su esposa, Emilia Rocha. Vivía solo en su casa, pero bastante cerca de su hijo Jovino, quien ya estaba casado con Regina Fariña, quienes lo asistían. .

Fue agricultor, en su propiedad se cultivaba trigo, cereales, huertos de árboles frutales como manzanos, peras, guindas castañas. Además de hortalizas y animales de corral y ganado vacuno para el sustento. Además producía vino proveniente de sus parras de su viñedo, producto que era comercializado en las cercanías.

Relatos de anécdotas de la época señalan que cada año, a principios de Abril, cuando todos los residentes del sector habían sacado el vino, llegaban inspectores del gobierno a cobrar los impuestos. Como en esos años, el circulante (monedas, dinero, efectivo) era escaso, los impuestos se cancelaban de la siguiente forma.

Si un agricultor-vinatero, producía 1.000 litros de vino, y el estado gravaba con el 10% , entonces el inspector de impuestos, rompía una barrica y botaba al suelo, unos 100 litros de vino. Es para la risa, de hecho es una historia que siempre se contaba en las fiestas familiares. El método es bastante particular, pues como no hay circulante, se paga en especies, y como el inspector no puede andar comerciando las especies, las destruye. Con esta metodología, el estado no percibía dinero alguno.

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